Ni ellos tienen más deseo, ni ellas se masturban menos
- Apodyopsis Revista
- 19 dic 2018
- 6 Min. de lectura
La sexualidad está rodeada de mitos que pueden llevar a la confusión si no se tiene una información sólida sobre el tema y en muchas ocasiones son tomados como una referencia sin tener en cuenta que es mentira. De esta forma, el sexo aún presenta muchas incógnitas que se deben resolver para no tener una concepción errónea de la sexualidad.
Los consecuencia de basar las relaciones sexuales en los mitos que se crean pueden causar relaciones no placenteras, por la mitificación de la pornografía, o incluso prácticas peligrosas como puede ser la creencia de que una mujer no se queda embarazada la primera vez, como afirma la doctora Ana García Zalduondo. Para ello, se debe estar seguro de que se están realizando prácticas responsables e informarse sin dar nada por sentado. A continuación analizaremos algunos de los mitos más extendidos y que están basados en pensamientos antiguos o mitificaciones a partir de la pornografía.
Los adolescentes están enganchados al sexo
La adolescencia se caracteriza por un momento de irrupción hormonal, en el que el equilibrio que había hasta entonces se desestabiliza. Hay mucha más energía y se reactiva el deseo sexual, las ganas de contacto y tener placer, que está relacionado con la infancia que ha tenido esa persona. Según el doctor Joan Vílchez, el ambiente en el que se ha criado influye decisivamente. Si se ha criado en un ambiente represivo lo vivirá de una forma menos natural, mientras que si lo ha hecho en un entorno que lo ha normalizado, no será un cambio tan drástico. La doctora García Zalduondo también coincide en que las vivencias del pasado y el presente influyen en el deseo sexual de cada persona, pero que en ningún caso depende del sexo de la persona, sino de su relación con el sexo.
Para el doctor Vílchez, las familias tienden a reprimir estos impulsos en los niños y esta etapa destapa esa represión en forma de ganas desorbitadas de experimentar. Si hubiera una satisfacción desde pequeños sin interferir los prejuicios de los adultos, la adolescencia sería más dulce, porque la persona ha aprendido a regular ese tipo de pulsiones. Sin esta educación sexual, sumada a la inexperiencia, se idealiza la imagen del sexo.
Jordi Albuixech, psicólogo del colegio Martí Sorolla, afirma que los jóvenes aumentan su deseo sexual a partir de los diez años debido a la curiosidad, pero que se puede ver con el paso de los años, como se normaliza gracias a la información que reciben y a experimentar.

Los hombres se masturban más
Este es un mito muy generalizado ya que siempre se ha considerado natural que un hombre se masturbe mientras que la masturbación femenina tenía un concepto de prohibido. Así, la mujer lo ha escondido por temor a ser pecado y el hombre lo ha podido exhibir a lo largo de la historia como algo natural. Según la doctora García Zalduondo, a causa de esconder la sexualidad femenina se ha generalizado la superioridad del hombre en la necesidad de eyacular y disfrutar, mientras que la mujer se ha consolidado como un ser inferior y su placer se intenta reducir o se antepone al placer del hombre. De hecho, en muchas ocasiones la penetración va enfocada al disfrute del hombre sin tener en cuenta que la mujer se excita mediante el clítoris y muchas posturas no lo estimulan.
Puede parecer más común, según el doctor Vílchez, que los hombres se masturben en un mayor número de ocasiones o que sea algo más habitual, pero esto es a causa de la contención y ocultación de la mujer. Además, los hombres pueden tener más autoconocimiento porque están más familiarizados con sus genitales, es decir, de una forma más accesible pueden verlo.
El hecho de que la sociedad inhiba los deseos de las mujeres, también hace que ellas se repriman cada vez más y tengan menor autoconocimiento, que deriva en relaciones sexuales menos placenteras porque no saben lo que les gusta.
Para la doctora Ana García es importante que la mujer se masturbe porque es una forma de autoconocerse y repetir las cosas que le gusten, no solo en la masturbación sino en las relaciones de pareja y así aumentar la satisfacción del encuentro sexual.
Tras una encuesta realizada a jóvenes de entre 12 y 16 años, se ha llegado a la conclusión de que el hecho de que los hombres tengan más deseo sexual es una idea poco generalizada entre las mujeres, pero que sí es una idea común entre los hombres, porque probablemente ellas son conscientes de que tienen deseo pero no le expresan y por tanto ellos, lo desconocen.
Si una mujer no tiene himen significa que no es virgen
El himen es una membrana que cubre parcialmente la vagina y que es diferente en cada mujer, puesto que algunas lo tienen más rígido y otras más elástico. Esta membrana se puede romper en cualquier momento sin necesidad de mantener una relación sexual como montando en bicicleta pero se ha extendido su permanencia en la vagina por culturas más tradicionales para preservar el “honor” de una mujer.
Sin embargo, para el doctor Vílchez es un aspecto cultural muy machista porque solo se tiene en cuenta la virginidad de la mujer y realmente, es una consideración cultural que se ha utilizado para descalificar a las mujeres.
Por otro lado, es un concepto muy vinculado a la Iglesia, por la virgen María, que siempre ha estado muy presente en la sociedad y que ha servido para reprimir y culpabilizar a la mujer.

Una mujer no puede quedarse embarazada la primera vez y retirar el pene antes de eyacular evita el embarazo
Este mito se ha extendido principalmente por los deseos de los hombres, ya que la responsabilidad del embarazo recae mayoritariamente sobre la mujer. Además, a estos riesgos hay que sumarle el de la contracción de enfermedades de transmisión sexual.
Lo cierto es que existe la misma probabilidad de un embarazo independientemente de cuando sea la relación sexual, en caso de no usar un método anticonceptivo. Así, hay que añadir que la conocida “marcha atrás” que consiste en retirar el pene antes de eyacular, pero haber mantenido relaciones sin preservativo, no funciona. Antes de eyacular, el hombre expulsa el líquido preseminal que contiene espermatozoides y que por tanto, también pueden fecundar el óvulo.
El sexo es solo penetración
Nuestra sociedad está claramente marcada por las exigencias masculinas en el sexo, por lo que las relaciones sexuales han tendido históricamente a reproducir las acciones que a ellos les dan placer. Es decir, los hombres reproducen su forma de masturbarse pero con una mujer, mientras que la masturbación de la mujer no está directamente relacionada con la penetración.
Por ello, cabe destacar que hay muchas más formas de practicar sexo que la penetración, pero se recalca la penetración porque es la que más satisface al hombre, sin tener en cuenta el placer de la mujer, ya que el clítoris no llega a estimularse completamente. Para el doctor, los hombres imponen su sexualidad que en muchas ocasiones está deformada e impide que los jóvenes tengan relaciones placenteras.
CAMBIAR LA REALIDAD: JOAN VÍLCHEZ

Para el doctor Joan Vílchez, sexólogo y psicólogo con una gran experiencia con adolescentes afirma que la educación es fundamental para desarrollar una vida sexual plena, ya que permite conocer el propio cuerpo pero también el del resto de personas con las que se va a relacionar. La represión del cariño desde pequeños es una muestra de falta de educación sexual que mostrará las carencias en otros periodos de la vida de la persona.
Los chicos se informan en la mayoría de los casos a través de la pornografía, que está hecha por hombres y para hombres, con imágenes muy deformadas de la sexualidad genital. De esta forma, los adolescentes entienden que son las prácticas habituales y que en muchas ocasiones la mujer es un simple objeto. Los chicos que han estado reprimidos durante más tiempo y que no han experimentado de forma natural el sexo, ven este tipo de prácticas más normalizadas y es lo que esperan de sus relaciones sexuales, lo que les puede llevar a la frustración en el caso de ellos y a no disfrutar, en el caso de ellas.
Por otro lado, afirma que a raíz de la filosofía machista que impera en la pornografía han aumentado el número de violaciones y que actualmente, es el márketing de la prostitución puesto que los hombres que desean realizar las prácticas que observan, contemplan a la mujer como un objeto y están dispuestos a pagar porque quieren a una mujer sumisa y que por supuesto, no se corresponde con la realidad de la mujer.
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